Gestión de aguas

La gestión de aguas residuales por medio de un correcto tratamiento del recurso hídrico resultante, es vital para todos los procesos de producción, esto se puede hacer por medio de sistemas de tratamiento de aguas residuales que filtren el agua, retiren los contaminantes y los sólidos suspendidos, y trate el agua para hacerla apta para su reutilización.

De esta manera, la empresa puede reducir su consumo de agua potable y, al mismo tiempo, reducir la cantidad de aguas residuales que descarga en la red pública, contribuyendo así con la conservación del recurso hídrico y a la protección del medio ambiente.

Para ello, se pueden instalar sistemas de tratamiento específicos para las aguas grises y negras, tales como lagunas de estabilización, sistemas de tratamiento biológico, sistemas de filtración entre otros. Además, se pueden implementar prácticas de conservación del agua, como la identificación y reparación de fugas, el uso de técnicas de riego más eficientes, la implementación de sistemas de monitoreo y medición para identificar áreas de alto consumo de agua, entre otros.

Otra buena práctica es evaluar los productos que se utilizan para identificar aquellos que generan mayores cantidades de contaminantes. Luego, buscar alternativas más limpias y amigables con el medio ambiente para reducir la cantidad de contaminantes que se vierten. Cabe destacar la importancia de realizar regularmente estudios de aguas residuales para evaluar su calidad y asegurarse de que se cumplen con las normas ambientales y de descarga.

En resumen, la gestión de aguas residuales en una empresa implica el uso de tecnologías y prácticas adecuadas para tratar y reutilizar las aguas residuales, reducir la cantidad de agua potable consumida e implementar prácticas de conservación del recurso hídrico.